Elegir el separador adecuado para tratar aguas contaminadas puede parecer complicado, especialmente cuando hay múltiples tecnologías y normativas. En esta guía rápida te explicamos los principales tipos de separadores utilizados en depuración: qué eliminan, cómo funcionan, y dónde se utilizan.

¿Qué es un separador?

Un separador es un equipo diseñado para retener contaminantes del agua, ya sea en forma de hidrocarburos, grasas o sólidos en suspensión, antes de que esta sea vertida al medio ambiente o infiltrada en el terreno.

Tipos principales de separadores

Existen diferentes tecnologías, cada una pensada para un tipo de residuo y un entorno específico:

• Separadores Clase I (con filtro coalescente): capturan hidrocarburos incluso en emulsión. Son los más eficientes y obligatorios en zonas sensibles.
• Separadores Clase II: más sencillos, separan hidrocarburos libres, adecuados para entornos menos exigentes.
• Separadores hidrodinámicos: retienen sólidos, arenas, aceites y flotantes mediante vórtices. Muy usados en aguas pluviales urbanas.
• Sistemas mixtos: combinan tecnología hidrodinámica y coalescente para máxima eficacia.
• Separadores lamelares: decantan sólidos pesados. Se usan como pretratamiento.
• Separadores de grasas: eliminan grasas animales y vegetales. Son obligatorios en cocinas industriales y hostelería.

A continuación, te dejamos una tabla comparativa clara y sencilla para ayudarte a entender las diferencias entre cada tipo.

Tipo	¿Qué separa?	Aplicaciones principales
Clase I (coalescente)	Hidrocarburos libres y en emulsión fina	Gasolineras, talleres, industrias
Clase II (sin coalescente)	Hidrocarburos libres	Vertidos menos exigentes
Hidrodinámico	Sólidos, aceites, flotantes	Pluviales urbanos, aparcamientos grandes
Mixto (hídro + coalescente)	Sólidos + hidrocarburos	Zonas contaminadas o sensibles
Lamelar	Sólidos suspendidos	Pretratamiento de aguas cargadas
Separador de grasas	Grasas vegetales o animales	Cocinas industriales, hostelería

¿Cuál necesito instalar?

La elección depende de varios factores: el tipo de contaminante, la actividad que desarrollas, el caudal, el tipo de vertido y la normativa local.

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